Reacciones psicológicas en situaciones de emergencia.
Mecanismos de defensa de la personalidad
El ser humano, ante una de estas situaciones de emergencia, que son generadores de estrés y ansiedad, puede poner en marcha ciertos recursos inconscientes para reducir esta ansiedad y poder mantener el equilibrio psicológico. Normalmente estos mecanismos se basan en la alteración de la percepción de la realidad, para que así el ser humano lo perciba de un modo menos amenazante.
Estos mecanismos tienen una serie de características comunes que son:
- Son inconscientes.
- Operan de forma mecánica e involuntaria. Aunque estés utilizando la racionalización (mecanismo de defensa que veremos más adelante), en el cual puedes exponer los hechos de forma lógica, las ideas que usas pueden ser incorrectas o enrevesadas, pero tu le das un valor absoluto involuntariamente.
- Tratan de reducir la ansiedad.
- Distorsionan la realidad. La sensación que recibes es la misma que la de otras personas que puedan estar a tu alrededor, pero tu interpretación de esta puede ser totalmente diferente.
MECANISMOS QUE MANTIENEN EL EQUILIBRIO PSICOLÓGICO
- Son inconscientes.
- Operan de forma mecánica e involuntaria
- Reducen la ansiedad.
- Distorsionan la realidad.
- Son inconscientes.
- Operan de forma mecánica e involuntaria
- Reducen la ansiedad.
- Distorsionan la realidad.
Tipos de mecanismos de defensa de la personalidad
¿Cómo crees que puedes defenderte psíquicamente ante una situación de emergencia? ¿Se te ocurre algún mecanismo de defensa? ¿Cómo reaccionas cuando te enfadas con alguien cercano?
Existen diferentes mecanismos de defensa de la personalidad, y el ser humano utilizará uno u otro
dependiendo de varios factores como su propia personalidad, la situación característica en la que se
encuentre y el nivel cultural del individuo.
Además, también hay que tener en cuenta que varios de estos mecanismos pueden estar actuando a un
mismo tiempo. Estos mecanismos serían:
1.NEGACIÓN. Ante situaciones intensas el individuo no admite que estas hayan tenido lugar. En pacientes que son diagnosticados de alguna enfermedad terminal, crónica,.. suelen negar el diagnóstico e incluso es muy típico buscar segundas y terceras opiniones.
2. REGRESIÓN. Este mecanismo se caracteriza por la adquisición de comportamientos de una etapa vital en la que el individuo se sentía más a salvo, más segura, normalmente esa etapa suele ser una infancia temprana. Un ejemplo de este mecanismo de defensa de la personalidad, también sería el del caso práctico, donde uno de los accidentados, adopta una posición fetal y se chupa el dedo. Existen otros comportamientos típicos como acariciarse el pelo, no querer dormir solo o querer hacerlo con una luz encendida,...
3. INTELECTUALIZACIÓN O AISLAMIENTO. Consiste en someter a las emociones o sentimientos a un razonamiento abstracto que separa la carga emocional o afectiva de una situación amenazante. Este es un mecanismo de defensa muy utilizado por los profesionales sanitarios. Cuando tu llegas a un accidente, incendio, o cualquier otra emergencia en la que se requiera asistencia sanitaria, normalmente aíslas los sentimientos de compasión, empatía por el paciente,... para así poder
realizar mejor tu trabajo (imagina al médico que tiene que entubar a un niño, hacerle la RCP...). No es que te vuelvas insensible, simplemente en ese momento no importa el dolor físico que le puedas causar o si llora o cualquier otra cosa, sólo importa salvarle la vida. También hay que tener en cuenta que este aislamiento muchas veces se lleva a cabo en la situación real, pero cuando te relajas y te paras a pensar en todo lo sucedido, puede que te vengas anímicamente abajo.
4. DESPLAZAMIENTO O SUSTITUCIÓN. Ante una situación que te pueda producir ansiedad, diriges esta hacia otro punto (persona u objeto), que psicológicamente sea más aceptable y menos
amenazador. Un ejemplo sería cuando discutes con tu pareja o tu jefe y el enfado y las consecuencias de este lo pagan tu familia al llegar a casa.
5. AGRESIÓN CONTRA UNO MISMO. Es una variación de la anterior, pero en este caso en vez de dirigir esa ansiedad hacia una persona u objeto, la diriges hacia ti mismo. Un ejemplo de esto seria el que aparece en el caso práctico, en el cual un individuo se golpeaba a sí mismo; esta agresión, que en principio puede parecer estúpida, al individuo en sí le puede reducir en gran medida la ansiedad.
En este punto vamos a continuar con la explicación de los diferentes mecanismos de defensa de la personalidad que pueden actuar ante una situación de emergencia:
6. INTROYECCIÓN O IDENTIFICACIÓN. Mediante este mecanismo el sujeto adquiere comportamientos o conductas de otra persona (a la cual normalmente se admira). Ante una amenaza en el que el sujeto se vea sobrepasado por las circunstancias, puede adoptar el rol de alguien que él piense que podría solucionar con facilidad dicha amenaza. Un claro ejemplo de este mecanismo, aunque no esté muy relacionado con emergencias sanitarias, se puede observar en los adolescentes, los cuales imitan el estilo e ideología de su cantante preferido, se visten como ellos, quieren llevar el mismo tipo de vida que ellos...
7. IDENTIFICACIÓN CON EL AGRESOR. Es una variante del anterior, en el cual los comportamientos que se adquieren son negativos. Un ejemplo de este, sería el Síndrome de Estocolmo, en el cual el rehén de un secuestro manifiesta simpatía hacia sus captores en lugar de enfado.
8. RACIONALIZACIÓN. El individuo distorsiona los hechos ocurridos de una manera racional para que le resulten menos amenazantes, es decir, busca justificaciones para determinados hechos y que para él puedan tener validez. Ejemplo: Imagínate que llegas a un accidente de tráfico en el cual el conductor de un automóvil ha atropellado a un peatón, un niño. El estrés que le supone dicho atropello al conductor le puede llevar a usar la racionalización para disminuir la ansiedad. Así, intentará excusarse con frases como: "En este paso de cebra no hay visibilidad y encima había una
furgoneta aparcada en él", "El chico a salido de la nada tras el balón sin mirar", "El niño no debería
jugar sólo cerca de la carretera ¿dónde está la madre?". Como ves, mediante ideas más o menos razonables, intenta ver el hecho como algo inevitable debido a todas las circunstancias que lo han rodeado y disminuir así, su parte de responsabilidad.
9. FORMACIÓN REACTIVA. Se transforman los impulsos o deseos inaceptables en aceptables; Puedes tener cierto deseo o sentimiento que a lo mejor socialmente esta mal visto o que simplemente tú no lo aceptas y tu conducta demostrará todo lo contrario. De pequeño seguramente para que tus amigos no se rieran de ti por que te gustaba una chicha, te dedicabas a tirarle piedras.
10. SUBLIMACIÓN. Consiste en transformar un deseo o un impulso inaceptable en una forma socialmente aceptable, digna de elogio. Por ejemplo, de todos es conocido que el deporte es una forma de liberar tensiones, pero una persona que sea agresiva, seguramente elegirá practicar algún deporte de contacto como puede ser el boxeo, karate...
11. PROYECCIÓN. El individuo esconde impulsos o sensaciones amenazadoras que tiene, atribuyéndoselas a otras personas que le rodean, no admitiendo como propios estos impulsos. Ejemplo: Dos niños que están jugando y rompen un jarrón, cuando pregunten por el culpable seguro que siempre es el otro y no tu: "La idea de jugar al fútbol dentro de casa ha sido tuya", "pero tú has
sido el que has chutado tan fuerte", "pero tú la tendrías que haber parado"... y así todo el tiempo
que sea capaz de aguantar la madre.
12. REPRESIÓN. Es la imposibilidad de recordar una situación que te haya podido causar ansiedad. Un claro ejemplo de esto, sería el de la mujer del caso práctico, la cual tras el accidente es incapaz de
recordar nada, ni siquiera que este haya tenido lugar. Incluso después de recordárselo otra persona, seguramente le costará recobrar cualquier recuerdo que haya eliminado por represión.
El hombre y la enfermedad
¿Cómo definirías la enfermedad?¿Crees que esta puede tener una gran importancia en el equilibrio
psicológico de las personas?
La enfermedad es una alteración más o menos grave de la salud, es un proceso continuo cuya resolución puede llevar a la recuperación de la salud, a la cronicidad o a la muerte.
La enfermedad, a parte de las consecuencias físicas que puede tener para el organismo, también tiene
unas repercusiones psicológicas:
- Ansiedad. La enfermedad es un importante generador de ansiedad, motivada sobre todo por temores a padecer algún proceso capaz de determinar sufrimiento o muerte. El individuo se vuelve más sensible a cualquier información que recibe, por lo que la transmisión de esta han de ser claras, suficiente y no conflictivas para evitar en lo posible la aparición de esta reacción.
- Depresión. Su origen puede ser variado, debido a factores exógenos o endógenos, aunque una de las causas que más te puede interesar a ti como técnico en emergencias sanitarias es la perdida de un ser querido.
Las posibles consecuencias de verse sumido en una depresión serán:
- Disminución de la calidad de vida.
- Retraso en la curación.
- Aumento de riesgo de conductas suicidas.
- La ansiedad junto con la depresión pueden provocar en el paciente temor a la soledad, miedo a la invalidez o incluso a la muerte.
- Desvalorización personal. La enfermedad se acompaña de una disminución de todas las actividades cotidianas que desarrolla el ser humano, como el ir a trabajar, cocinar, limpiar la casa, etc... Todas las funciones que tenías y desarrollabas, pueden llegar a desaparecer. Antes de la enfermedad tenías una función y un valor para la sociedad que ahora ha desaparecido. Esto se puede traducir en la generación de comportamientos como:
- Una docilidad excesiva.
- Dependencia exagerada del personal sanitario.
- Sentimientos ambivalentes de amor-odio y de agresividad hacia las personas que cuidan al
paciente.
- Desarraigo. Surge como consecuencia de la estancia obligada en un medio hostil y desconocido, rodeado de personas a las que no le une ningún vínculo afectivo. Esta situación origina en el enfermo dificultades de interrelación con otras personas en la expresión de sus sentimientos y emociones.
Además de estas repercusiones psicológicas, también hay que tener en cuenta que el enfermo puede
desarrollar, junto con estas, cualquier mecanismo de defensa la personalidad que has visto anteriormente.
Mecanismos de defensa frente a la enfermedad
¿En qué consisten estos mecanismos? ¿Crees que serán similares a los mecanismos de defensa de la personalidad?
Al igual que los mecanismos de defensa de la personalidad, también tratan de evitar en la medida de lo posible es estrés, aunque esta vez, ocasionado por padecer una enfermedad. Los mecanismos más frecuentes que suelen aparecen ante enfermedades son:
- Negación de la enfermedad. El paciente no acepta su enfermedad, busca otro diagnóstico alternativo que se ajuste más a sus deseos.
- Ira. El paciente puede manifestar conductas agresivas y se vuelve intolerante y difícil de tratar. Se puede ver claramente por que puede llegar a descalificar al personal o negarse a colaborar con la actuación sanitaria. Este sería el ejemplo que aparece en el caso práctico, el paciente adopta este comportamiento para evitar en lo posible la perdida de independencia y la desvalorización personal. Además, el que no quiera estar en el hospital y desee volver a casa también puede ser indicativo de desarraigo.
- Represión. Procura no hablar de la enfermedad con nadie, como si no existiese. En los familiares también puede detectarse, ya que de manera inconsciente omiten la información que pueda ser más desagradable
- Regresión. Suele manifestarse con un gran egocentrismo, peticiones que parecen fuera de lugar, llanto fácil... muchas veces lo puedes llegar a interpretar como caprichos o ganas de molestarte.
- Proyección. Normalmente dirigido al personal sanitario que se ocupa de él.
- Utilización de la enfermedad. Este mecanismo puede desarrollarse de forma consciente o inconsciente para conseguir un beneficio secundario, ya sea de tipo emocional, material, de tipo laboral. Un ejemplo muy claro de esto es cuando al caer enferme comienzas a solicitar que te hagan un zumito, que vayan a comprarte el periódico...
- Racionalización. El paciente intenta dar explicaciones racionales a su comportamiento.
- Aceptación de la enfermedad. Es la respuesta que puede convertir al paciente en un sujeto activo de su propia recuperación, y, por tanto, el más deseado.
Reacciones psicológicas: El estrés
El ser humano, ante una situación de emergencia, puede tener diferentes reacciones y alterar el comportamiento, las emociones e incluso los procesos cognitivos. Esto es debido, a que el estrés derivado de esta situación, puede provocar diferentes estados de ansiedad y por tanto diferentes reacciones. Pero ¿tú conoces la diferencia entre estrés y ansiedad?
El estrés lo definimos como un proceso en el que la demanda ambiental (situación de emergencia en nuestro caso) supera la capacidad adaptativa del individuo, lo que puede desencadenar una situación de riesgo de enfermedad.
Mientras, la ansiedad, sería la reacción emocional del individuo frente a ese estrés.
Sin embargo, la percepción de dicha situación de riesgo puede ser diferente de un individuo a otro, ya que depende de varios factores. Así, el mismo individuo también puede variar su percepción respecto a la situación de riesgo dependiendo, por ejemplo, de su estado de ánimo.(en la unidad uno, puedes volver a consultarlos si no recuerdas todos). En resumen, el nivel de estrés que puede generar una situación de emergencia dependerá, en parte, del individuo al que afecte.
Este estrés, desencadena unos cambios biológicos que ayudan a enfrentarse a esa situación particular,
como puede ser la movilización de recursos en el organismo o la producción de adrenalina y noradrenalina.
Aparte de estos cambios, también puede producir ciertas reacciones psicológicas, que son las que nos
interesan en este módulo.
Así pues, tras esta pequeña introducción sobre el estrés, ¿Que crees que le sucede a Alberto? Fácil, tiene un cuadro de estrés debido a las prácticas que está realizando como técnico en emergencias sanitarias. El origen de este estrés puede ser, por un lado, que Alberto sufre mucho con las intervenciones que realiza al involucrarse demasiado con los pacientes; y por otro lado, el nivel de exigencia que se auto-impone Alberto en el trabajo.
Situaciones estresantes
¿Te has sentido alguna vez estresado/a? ¿Piensas que esas cosas solo les pasa a unas pocas personas
con demasiado trabajo? Contesta a estas preguntas mentalmente y después de leer este apartado vuelve a hacerlo; estoy convencido que te darás cuenta de que existen mucha más situaciones estresantes que has sufrido de las que tú pensabas.
Una emergencia sanitaria, debido a su definición, siempre será una situación estresante, tanto para los
pacientes como para los técnicos sanitarios. Así, cuando te encuentres trabajando en este ámbito, es importante que sepas ver las posibles causas de este estrés, ya que si las conoces es más fácil reducirlas y evitar que desemboque en una patología. Estas situaciones estresantes pueden provenir de diferentes ámbitos:
- Ámbito familiar. Es potencialmente el entorno más delicado debido a la implicación emocional que suponen los conflictos familiares. La mujer es mucho más vulnerable en este ámbito debido a su doble responsabilidad laboral y familiar. Las situaciones de estrés familiar más frecuentes son:
- Alteraciones en la relación de pareja: problemas sexuales, traiciones, engaños...
- Pérdida de salud de algún miembro familiar. Esto se puede agravar, si es necesario el cuidado de dicho familiar, pudiendo llegar a ser una gran carga y variando la dinámica familiar.
- Hijos problemáticos: problemas con drogas, falta de trabajo, se
niegan a estudiar...
- Ámbito laboral. Date cuenta que pasas 40 horas o más en este entorno, lo cual lo convierte en una situación productora de estrés y ansiedad importante. Los factores que más influyen son:
- Características del trabajo.
- Relación con tus compañeros.
- Exigencias del jefe y propias.
- Inseguridad ciudadana.
- Trafico.
- Locales nocturnos cerca de la vivienda.
- Mal funcionamiento de la sanidad...
Son:
- Inseguridad.
- Baja autoestima.
- Competitividad.
- Pesimismo.
- Introversión.
- Perfeccionismo...
Respuestas psicológicas al estrés
¿Cuando estás estresado cómo te sientes? ¿Reaccionas igual ante las personas o te cambia el humor?¿Crees que aceptarías de la misma manera una mala noticia cuando estas estresado a cuando no lo estás?
Cuando nos encontramos en una de las situaciones causantes de estrés que hemos visto en el apartado
interior, en mayor o menor medida, nuestro organismo generará una serie de respuestas psicológicas para enfrentarse a este. Estas respuestas las podemos clasificar en tres grandes grupos: emocionales,
cognitivas y de comportamiento; aunque hay que tener en cuenta que estas no aparecen de forma aislada en el individuo, sino que existe una interacción entre ellas. Es decir, si estás estresado y tu organismo genera una respuesta emocional, esto no quiere decir que no desarrolles otro tipo de respuesta.
Veamos más detalladamente estas respuestas psicológicas al estrés:
1. Respuestas emocionales. Son las que tienen más relación con el estrés, y las más frecuentes son la
ansiedad y la depresión, aunque esta última sería consecuencia de un estado prolongado de ansiedad.
- Bajo estado de ánimo.
- Pesimismo y apatía generalizada.
- Cambios emocionales bruscos, se pasa de la
- alegría a la tristeza con bastante facilidad.
- Inquietud.
- Pérdida de autoestima.
- Pérdida de energía física y/o psíquica.
2. Respuestas cognitivas. Muchos de los procesos cognitivos que estudiaste en la unidad anterior, puede sufrir alteraciones. Estos pueden apreciarse debido a las siguientes respuestas:
- Bloqueo mental.
- Dificultad en la toma de decisiones, incluso en las mas triviales.
- Confusión.
- Falta de concentración.
- Olvidos frecuentes.
- Gran afectación ante las críticas.
Pueden ser muy variados, aunque un ejemplo de estos sería:
- Morderse las uñas.
- Tartamudear o hablar de forma atropellada.
- Risa nerviosa.
- Enrollarse el pelo, incluso se puede llegar a
- arrancarlo.
- Aumento o pérdida del apetito.
- Pérdida del sueño.
El miedo
¿Qué es el miedo? ¿se puede controlar el miedo?
El miedo es una reacción psicológica del individuo frente al peligro, ya sea real o imaginario, que da lugar, frecuentemente, a actos emocionales repentinos que pueden parecer heroicos. Una antigua publicación sostenía que, en la guerra son pocos los hombres que no conocen el miedo y estos sujetos no tan sólo son anormales, sino peligrosos, ya que tienen su mente endurecida para vivir una
emoción.
En una situación de emergencia, es normal sentir miedo, además, este puede ser beneficioso si se sabe controlar (miedo activo), puesto que pone a nuestro organismo en estado de alerta. Sin embargo, este control puede ser difícil de conseguir y tienes que tener un gran conocimiento y dominio de ti mismo.
Vallejo - Noguera, afirmaba: "La valentía no consiste en no sufrir miedo, sino en dominarlo y
continuar en la línea de la conducta elegida".
Tú, en este aspecto, como técnico en emergencias sanitarias, tendrás dos labores: Una controlar tu propio miedo para que tu actuación sea lo más profesional posible, y dos, intentar controlar el miedo y los ataques de pánico que puedan sufrir las personas.
Etapas del miedo y formas de aparición: Emilio Mira, distinguió seis estadios del miedo, que perfectamente podemos aplicar al técnico de emergencias sanitarias frente al peligro:
1. Aparece el miedo como prudencia. La persona está consciente del peligro y cualquier acción
que emprenda está siendo controlada psicológicamente por el sujeto.
2. El miedo aparece como precaución. Se caracteriza porque la persona toma todas las
providencias del caso para enfrentar el peligro. Mantiene una actitud serena y sus conductas son
apropiadas a la situación.
3. Como prevención o alarma. Se caracteriza por vacilaciones y nerviosismo. Este estado del
miedo presenta inconvenientes para la labor de rescate.
4. Como angustia aguda. El sujeto pierde el dominio sobre sí y genera una nueva emergencia. En
este caso esta persona debe ser atendida de forma urgente. Debe ser sacada del lugar a la brevedad ya que su conducta puede ser el punto de partida para el inicio del pánico.
5. Como espanto. Los actos reflejos dominan a la persona, la cual es prácticamente incapaz de
emprender alguna acción adecuada frente a la situación.
6. Como terror. En este estado el individuo está paralizado por el miedo y es incapaz de darse cuenta
de lo que sucede. Es muy típico que se produzca una relajación de esfínteres. No olvidemos que las
descargas de adrenalina en sobredosis pueden tener efectos letales. En el terremoto de abril de 1992 en Alemania murió una sola persona, y no murió por lesión física alguna, sino de miedo.
El pánico
¿Qué diferencia existe entre miedo y pánico?
El pánico lo podemos definir, según la RAE, como: Miedo extremado o del terror producido por la
amenaza de un peligro inminente, y que con frecuencia es colectivo y contagioso.
O sea, que lo podríamos incluir dentro del grupo 5 ó 6 de la anterior clasificación. Pero muchos autores citan al pánico para referirse al miedo colectivo. Este punto si que es importante, ya que el miedo, al igual que otras muchas emociones (como la angustia, la tristeza,...), se contagian fácilmente. Simplemente con un pequeño gesto o una mirada puedes estar trasmitiendo esta sensación a otra persona.
Así pues, a parte de controlar tu propio miedo has de tener cuidado, por un lado, de no transmitírselo a nadie, y por otro, evitar el miedo colectivo. De aquí que cuando alguien tenga un ataque de pánico se deba separar del resto de personas, ya no sólo para que se tranquilice, sino también para evitar el contagio del miedo.
JUEGO
Haz el siguiente experimento en casa. Di le a alguien que en dos tarjetas diferentes ponga una serie de operaciones matemáticas para comprobar tu cálculo mental (Por ejemplo: ((6x7)+23- 5)/6=?). A continuación da le la vuelta a una de ellas y cronometra el tiempo que tardas en resolverlo.
Después repite la operación con la otra tarjeta, pero antes de ello enciende una cerilla y no la puedes soltar hasta que no resuelvas la operación.
La mayoría de la gente tarda más tiempo con la cerilla en la mano, ya que el miedo a quemarse hace que su concentración disminuya. Hay quienes incluso se quedan bloqueados y son incapaces de realizar la primera suma.
Ahora reflexiona sobre esto, si una simple cerilla es capaz de causar tal miedo para que pierdas la concentración de esta manera, ¿Qué puede ocurrir en una situación de emergencia mucho más
grave?
Reacciones neuropatológicas duraderas
Es normal que durante una situación de emergencia, los pacientes puedan tener cierto grado de ansiedad y todo tipo de reacciones como hemos visto. Sin embargo, si esta situación perdura en el tiempo, pueden llegar a producir cierto tipo de patologías psicológicas, de ahí, la importancia de la primera atención psicológica de las personas para evitar esta situación.
El DSM-IV (sistema de clasificación en patología psiquiátrica) incluye los siguiente trastornos:
- Trastorno de estrés agudo. Se puede desarrollar tras una vivencia traumática que pueda suponer para
el individuo una amenaza física o psicológica. Estas alteraciones pueden durar desde dos días hasta un máximo de cuatro semanas. Los síntomas serían:
- Estado de aturdimiento.
- Respuestas exageradas de sobresalto.
- Inquietud motora.
- Falta de concentración.
- Insomnio.
- Irritabilidad.
Todo esto puede provocar también alteraciones en la vida familiar, laboral y social del individuo.
- Trastorno de ansiedad generalizada. Consiste en la aparición progresiva y permanente de los síntomas de ansiedad pero sin una causa que los provoque. Esto lleva al individuo a un estado de preocupación permanente que no puede controlar. Los síntomas serían:
- Fatiga.
- Inquietud.
- Dificultad para dormir.
- Irritabilidad.
- Tensión muscular.
- Animales (cinofobia = miedo a los perros),
- a situaciones (claustrofobia = miedo a los lugares cerrados),
- a objetos (hematofobia = miedo a la sangre) o a ambientes naturales.
- Las más comunes son la fobia a los animales,
- la agorafobia (miedo a los espacios despejados como las plazas, las avenidas,...),
- la fobia social,
- la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados) o
- la aerofobia (miedo a volar).
- Trastorno del pánico. Ya hemos visto en que consiste el miedo y el pánico. Este trastorno consistiría en la aparición brusca del miedo, pero en este caso, sin un estímulo amenazador. Este miedo puede aparecer ante cualquier situación como estar en lugares públicos, o encontrarse en cualquier habitación con gente desconocida. Las personas que padecen este trastorno tienden a evitar estas situaciones para no sufrir la ansiedad que les provoca. Los síntomas característicos son:
- Temblores.
- Sudoración.
- Náuseas.
- Mareo.
- Dolor en el pecho.
- Sensación de frío/calor.
- Sensación de asfixia.
- Trastorno obsesivo compulsivo. Son obsesiones debidas a ideas o pensamientos que se repiten.
Por ejemplo, el miedo a padecer enfermedades, a la contaminación o a la suciedad son de los más
frecuente. Para mitigar la ansiedad que provocan estas obsesiones, se suelen generar compulsiones, o sea, impulsos hacia conductas rituales absurdas, como por ejemplo cerrar y abrir la cerradura un número determinada de veces cada vez que se utiliza una puerta, o, lavarse las manos repetidamente. Todo esto puede conducir a la imposibilidad de llevar una vida normal para el individuo que padece este trastorno.
- Trastorno de ansiedad por separación. Es la preocupación o temor excesivo a ser separado de familiares o personas cercanas, el cual viene de la creencia de que les pueda ocurrir algo malo durante esta separación. Suele aparecer sobre todo en niños de corta edad, y sus síntomas serían:
- Pánico o rabietas al separarse de los padres.
- Preocupación excesiva sobre su propia seguridad.
- Negación de ir a la escuela.
- Rechazo a dormir solo.
- Pesadillas recurrentes sobre la separación.
- Trastorno de ansiedad por condición médica generalizada.
- Trastorno de ansiedad inducida por sustancias.
- Trastorno de ansiedad no específica.